El desmerecido trato a la Patrona de Jaén
Juan Cruz Calero. Hemos conocido durante este
tiempo de atrás la alarmante noticia que nos hace preocuparnos
enormemente sobre el destino que llevamos en este mundo cofrade. En
muchas ocasiones se suele decir que las personas llevamos cometiendo
errores toda la vida, y que en efecto el hombre es capaz de tropezar
dos y tres veces en la misma piedra. No sé exactamente si esto es
aplicable a este caso, lo que sé verdaderamente es que en Jaén se
ha vivido un espectáculo que nos alarma.
El tema compete a su Patrona, la
Virgen de la Capilla. Este
2017-2018, su Cofradía ha celebrado el Año Mariano, que no Jubilar,
con motivo de que el día de la Patrona cae en domingo. Como se viene
haciendo desde tiempo atrás cuando esta fecha coincide con domingo,
se ha llevado a cabo el traslado de la Imagen a una
serie de Parroquias. Así lo anunciaba la propia cofradía con estos
comunicados el día 11 de octubre:
Sin embargo el principal
problema ha sido la materialización de los mismos. Parece que tanto el
obispado como el párroco habían aconsejado a la Hermandad no
realizar estos traslados públicamente por la gran cantidad de
parroquias que en un principio habían pensado incorporar como destino, y por tanto,
parece que “fueron obligados” a no hacerlo como en la pasada
ocasión, allá por 2006, cuando la Virgen fue trasladada en las andas
de San Eufrasio para efectuar tal visita. De manera que, con una nota
informativa (ni 24 horas anterior al traslado) se informó de que la
Virgen visitaría la primera de las Parroquias. Así pues, el día 13
de octubre la Cofradía publica en redes sociales que la Virgen, la
Patrona de Jaén, se encuentra en la Parroquia de Santa María del
Valle. Obviando las condiciones en las que la Imagen se presenta a
los fieles, parece que hubo alguien indignado que captó en vídeo el
momento en que sacaban a la Imagen envuelta en sábanas del coche,
condiciones que como es lógico, han causado múltiples
opiniones al respecto. Si quieren saber la mía supongo que se la
imaginarán. Es tal mi indignación que por eso me sumo a la causa
escribiendo este artículo.
Pero eso no es todo. La Imagen
tras esta polémica vuelve a aparecer por arte de magia en la parroquia de
la Merced el día 21 de octubre, siendo curioso que la Cofradía en
redes sociales anuncie el traslado de vuelta tras el término de la
Eucaristía. Traslado este que vuelve a repetirse en pésimas
condiciones. Me llama poderosamente la atención, que
tras la difusión de este vídeo antes citado, la Hermana Mayor de la Cofradía, Úrsula Colmenero, se
comunica en radio advirtiendo de que ella tiene contactos con muchos
abogados, por lo que ha cundido el pánico y hemos perdido el
material gráfico. Déjenme decirles que no entiendo que la hermana
mayor se pronuncie de esa forma cuando “es algo impuesto de
arriba”; ¿O es que reconoce que algo están haciendo mal?
La cofradía se manifiesta el día
1 de noviembre en un comunicado donde se especifica que los traslados
se suspenden por causas climatológicas, aunque la última noticia
que tenemos de estos traslados nos las ofrece Pasión en Jaén. Al
parecer, según señala en radio la Hermana Mayor, “estaba todo
previsto, pero la burocracia eclesiástica lo ha alargado. Había
previstas más visitas pero el tiempo no ha permitido realizar las
mismas” (en coche). “Como no es año mariano, ni es na’, se ha
decidido no hacer más visitas. Yo lo tenía todo planeado, pero ha
dependido todo de otras personas ajenas o superiores a mí”, añade.
“Nosotros tenemos que velar por el patrimonio, no soy una inculta que no sé lo que llevo (…)”.
Si quiere mi opinión, ya que la
pide constructiva, se la daré. Si fuera
hermano de la Virgen, sentiría un profundo dolor de ver como la
Imagen es trasladada como si fuera meramente una obra de arte sin
mayor trascendencia. Aquí esté tal vez el problema. Nos olvidamos
de que las Imágenes sagradas tienen devoción y materializan un concepto muy sensible para todos nosotros, como lo es en este caso la Virgen de la Capilla: una representación de la Santísima Virgen. Si le da un poquito miedo escurrirse en una
parroquia mojada, pues mire, no haga esfuerzos innecesarios que
tengan estas consecuencias. La culpa no es de quien hace un vídeo y
lo difunde. La culpa es de quien se encarga de hacer cosas fuera de
lugar, consciente de la vergüenza que supone y de que se trata de algo inapropiado. La formación espiritual y los valores morales no tienen nada
que ver con hacer las cosas con gusto y adecuadamente o no. No quiera
usted vender que todo es perfecto cuando realizar esta serie de
actividades tanto usted como yo sabemos que la gente difícilmente lo admite sin escandalizarse. Basta ya.
Comentarios
Publicar un comentario