Nuestra Señora del Prado, Gregorio Quesada
Juan
Cruz Calero. La Imagen de Nuestra Señora del Prado es una obra de
escultor Mario Castellano Marchal, del año 2011, actualmente
venerada en la sevillana localidad de Castilleja de la Cuesta. La
imagen es de 50cm de altura y está realizada en barro cocido o
terracota. La imagen fue encargada por otra familia y en principio
fue advocada como Nuestra Señora del Monte, nombre que debía a la
Patrona de Cazalla de la Sierra.
Gregorio
nos cuenta que su ilusión por adquirir una imagen de la Virgen a
modo de devoción particular procede desde su infancia y se vio
impulsada por diversas motivaciones,
siendo curioso que
una de sus vecinas
posee
una imagen de la Virgen de
la Soledad de Castilleja
de la Cuesta de pequeño tamaño y recuerda
pasar por la ventana de su casa para verla cuando volvía del
colegio. Además, señala
que posteriormente conoció
la tradición de venerar las imágenes de devoción en casa tras ver
varias de éstas dispuestas en altares por la festividad del Corpus
Christi. Señala que se
animó
a investigar en Internet sobre el tema. Advierte
que “entonces, en
Tuenti, una red social ya obsoleta, contacté con los antiguos
propietarios de la imagen. Tenía yo 15 años. ¡Me gustaba
muchísimo! Esta familia, además tenía otra imagen mariana a la
cual querían hacer una corona de mejor factura, entonces me
propusieron el venderme la imagen. Recuerdo a la Virgen con un Niño
Jesús también del mismo autor, aunque la adquirí sin el Niño ya
que éste fue vendido a otra persona. Una vez llegó a casa busqué
el lugar más apropiado y allí la colocamos. La idea de venerarla
como Nuestra Señora del Prado proviene de la Sierra de Aracena, en
Huelva, donde Nuestra
Señora del Prado es
Patrona Canónica de
Higuera de la Sierra, donde
tiene muchísima
devoción". La imagen
fue corregida en 2015 por su mismo autor para concebirla como
exclusiva, además de realizarse el nuevo Niño Jesús que porta en
el brazo, completando su iconografía actual.
Además,
nuestro invitado nos cuenta que la
parte sentimental de la historia de la Virgen comienza en 2015,
cuando su
abuela fue
a vivir a casa, ya de mayor. Ella
era muy devota del Santo
Rosario, y todas
las mañanas lo rezaba junto a la Virgen. Poco a poco fue perdiendo
la visión y yo comencé a ayudarle a rezar, primero recitando las
letanías hasta que con
el tiempo acabé rezándolo junto a ella. En 2017 su
abuela falleció y desde entonces cada sábado intenta
rezar el Rosario ante la
imagen. Él
piensa que éste es su
legado, y cree
que entendió
cual es el sentido real de las devociones particulares.
En
lo que a la bendición de la Virgen se refiere, Gregorio señala que
tanto la Virgen como el
Niño Jesús fueron bendecidos en la intimidad, en la Capilla de San
Onofre, en la Plaza Nueva de Sevilla, tras salir del taller del autor
en 2015. En lo que se
refiere a la advocación de la Virgen, recuerdo
que no se le "bautizó" o tituló con ningún nombre.
Advierte que "el
sacerdote no vio oportuno el preguntarme sobre este tema y la verdad
es que realmente no importa si se llamase Virgen del Prado, del
Rosario o incluso de las Letanías. De hecho, pienso que cerrarla o
resumirla en un nombre es algo innecesario. Para mi es simplemente la
Virgen María. El nombre de Virgen del Prado se
relaciona con
la historia de mi
familia y me gusta
especialmente porque
suena muy dulce.
A mí me convenció este
nombre por la leve similitud en la mirada con la Virgen del Prado de
Raffaello en uno de los perfiles de la imagen. Realmente es tan
bonita, ¡Tan delicada!".
La
Virgen sigue las referencias del estilo clásico propio de las
glorias del siglo XVIII y XIX. Por
ello, refiriéndonos a su ajuar, caben destacar interesantes piezas
textiles como es el caso de la colección de encajes que van desde
el siglo XVIII hasta el siglo XX, como puntos de aguja, duquesa o
Bruselas entre otros. También destacan una saya roja brocada del
siglo XVIII así como un manto blanco también de brocado dorado del
siglo XIX. Destacan tres escapularios de pequeño formato pintados de
principios del siglo XX. Entre los bordados podemos destacar la saya
blanca con diseño de José Librero en 2014, la de seda verde con
bordados en canutillos y talcos en tonos rojos que data del siglo XIX
o el conjunto de manto de seda rojo y saya de tisú en plata
confeccionado con bordados también del siglo XIX. En orfebrería
destacan las coronas de plata de la Virgen y el Niño, ambas del
siglo XVIII. Cuenta con varios rosarios y medallas de plata que van
desde el siglo XVIII hasta la actualidad. La imagen actualmente se
muestra entronizada en una hornacina de madera del siglo XIX con
cristal soplado original, sobre una nube realizada por el propietario
en 2015 con policromía del taller Daroal, acompañada de dos
jarritas con flores de porcelana y talcos del siglo XIX.
Nuestro
invitado también nos cuenta que en 2013, cuando la Virgen apenas
llevaba medio año en casa fue empleada a modo de ofrenda de su clase
en el colegio Binaventurada Virgen María en la eucaristía de la
Pascua de Resurrección. Además ha sido protagonista en varios
altares efímeros en procesiones sacramentales en Castilleja de la
Cuesta. Nos cuenta que "lo más extraordinario y único que ha
estado la Virgen fue en una celebración que hicimos en casa cuando
adquirí la corona en 2015. Vaya, con todo el amor y el cariño del
mundo mi familia coronó a su Virgen ¿Quién no ha hecho algo
parecido alguna vez de pequeño? Pues yo lo hice de grande y a lo
grande ¡Hasta fuegos artificiales se lanzaron! Obviamente no fue
nada oficial. Ni siquiera popular, pero si bastante criticado, por
cierto".
Para
finalizar con esta recopilación de datos, Gregorio señala que “ante
todo me gustaría dar mi felicitación a todas las personas que
lleváis este blog maravilloso. También me gustaría invitar a todos
los que tenéis una imagen devocional en casa a comprender cuál es
el verdadero sentido de las mismas, que trasciendan más allá del
valor artístico y de exposición del virtuosismo y lucimiento del
vestir a la Virgen, porque si no nunca gozarán ni de unción ni su
verdadero sentido. Creo que en este mundo, como en todos, hay ciertas
envidias o manos negras que se empeñan en darle coba a la crítica
destructiva dejando de lado el carisma del cristiano.
Comentarios
Publicar un comentario