"EMOSIDO ENGAÑADO"

 
    Gabriel Zapata. ...y sin lugar a dudas, hemos sido engañados por el autor del cartel de la Semana Santa de Málaga. Por la cercanía de Fitur esta pasada semana se han presentado la totalidad de los carteles de Semana Santa de la región. Y la primera y desagradable sorpresa vino con el cartel malagueño. Sin lugar a dudas, considero que es una aberración, pero más allá de eso, lo es porque el autor lo único que busca es notoriedad a través de la polémica. No es difícil pensar que esperaría causar estupor, con la consiguiente polémica, llamar la atención negativamente, es lo mismo que ya hizo Manuel Peña, el autor del cartel del ángel “masturbador” para Sevilla, no buscó anunciar la Navidad sino notoriedad. Ciertamente el autor de este cartel, José Antonio Jiménez Muñoz, tiene técnica, como podemos observar por otras obras suyas, sabe pintar, no es un aficionado que no sabe lo que hace. Por lo que que su único objetivo, aparentemente, ha sido llamar la atención y así ganar fama. Aunque a mi modo de ver se le puede volver en contra.

    Ya sabemos que un cartel de Semana Santa no es, o no debemos considerarlo una pintura sacra, al menos al cien por cien, que los tiempos cambian, que los reclamos publicitarios, sean eso, publicitarios. Algo abierto a toda clase de vanguardias. Pero lo que nunca se puede olvidar es a lo que anuncia, y en este caso no creo que represente para nada la Semana Santa de Málaga. Que haya pintadas en las calles no consigue representar a la Semana Santa como fiesta callejera, como muchos piensan. Que haya pintadas en las calles no las hace parte de la fiesta, también hay semáforos y señales de trafico y nadie las incluiría en un cartel pasionista. En este caso también percibo esa élite de expertos que a costa de calificar al personal como analfabetos culturales, se erigen en una especie de elegidos por las musas, tocados por una varita para definir qué es arte y qué no lo es. Además si algo tan divulgativo como un cartel no gusta, mal vamos, ya que difícilmente cumplirá adecuadamente su función de acercar el acontecimiento a las masas.

    Se pueden hacer cosas modernas, contemporáneas y que aporten, como el cartel de la Semana Santa jerezana de hace tres años. Porque a mi modo de ver, un cartel de Semana Santa, aportando innovación, siendo artístico y aportando frescura al muchas veces anquilosado mundo cofradiero, debe ante todo mostrar la grandeza de la celebración a la que pretende anunciar, y, de igual modo, evocarla. Siempre lo digo, un cartel debe ser evocador. Y este cartel no evoca nada, no evoca ni a la Semana Santa, ni a la cofradía de los Dolores del Puente, ni a esa tradición barroca que representa, ni a nada, solo se ve un fondo anodino, con una imagen de la Virgen, técnicamente bien elaborada, y las provocativas letras.

    Compositivamente muestra a la Virgen de los Dolores, con una sombra proyectada sobre el muro, un tanto forzada. Y se incluye el lema “Semana Santa”, con unas letras de grafiti que dan un toque callejero, vulgar... burdo incluso, que aparecen en la pintura de manera muy forzada y sin venir a cuento. No busca dar un toque de frescura sino la polémica, a veces arriesgar no es valiente sino temerario, y conduce al fracaso. Por lo que si, hemos sido engañados. Yo pienso que la calidad siempre gana a la notoriedad fugaz que ofrece un minuto de gloria. Sin duda aporta poco. A pesar de la innegable calidad técnica que presenta, puede ser de los peores carteles no solo de la Semana Santa de Málaga sino de toda la Andalucía cofrade. Una pena. Creo que Málaga merecía más.


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