Entrevista a Antonio Sanabria Vázquez
Juan Cruz Calero y Diego A.
Linde. Como habrán percibido ya los lectores del Club del Abanico,
en este blog venimos ensalzando labores de artistas, que, en nuestra
opinión merecen todos los reconocimientos, y también en caso
opuesto. En este caso, nos hemos dispuesto a realizar esta entrevista
con Antonio Sanabria, vestidor, que amablemente ha accedido a nuestra
petición y ha respondido con gusto a nuestras preguntas.
-Breve descripción
autobiográfica. Nos gustaría que nos comentaras
aspectos relacionados con tu formación y experiencia
como vestidor.
Mi nombre es Antonio Sanabria
Vázquez, y soy de Gerena. Tengo 22 años y nací el 4 de abril de
1996, que coincidió con el Jueves Santo de ese año, naciendo un mes
antes de lo que estaba previsto. El parto sorprendió a mi madre
cuando estaba viendo salir a mi Virgen de la Sangre, por lo que
podréis imaginar lo qué significa para mí.
Me he formado en Asistencia a
Dirección, siendo Técnico Superior en este tema. Si nos referimos a
mi formación como vestidor he de decir que ha venido íntimamente
relacionada con mi Virgen de la Sangre. Mi formación es autodidacta.
Desde pequeño asistí a los cambios de mi Virgen, siendo esta la
principal noción que he recibido. Aprendí con su antiguo vestidor,
con el que sigo manteniendo una magnífica relación a pesar de que
nuestros estilos son distintos. Cada uno desarrollamos nuestra labor
lo mejor que sabemos.
-¿Cuáles
creen que son tus maestros y tus referencias para desempeñar tu
trabajo?
No puedo señalar a ningún
maestro directamente, más allá de la observación de cómo se le
colocaban a la Virgen de la Sangre distintos elementos, hasta que por
mí mismo, he sido capaz de hacerlo. Sí es cierto que como referente
siempre tendré a la figura de Pepe Garduño, al que considero
maestro de vestidores. Su trabajo y el legado que nos ha dejado son
admirables. Además le tengo mucho cariño porque ha seguido de cerca
a la Virgen de la Sangre, por lo que lo tengo muy presente.
-¿Dónde fijarías el
punto de partida y el más relevante de tu trayectoria
como vestidor?
Considero que mi punto de
partida fue por una mera casualidad. Llevaba muchos años ayudando en
la priostía y al vestidor de la Hermandad, pero nunca me imaginé
que siendo tan joven me tuviera que enfrentar a la que es la
devoción de mi casa, de mi familia. Como digo se trató de una
casualidad, ya que unos días antes a la celebración de un 8 de
septiembre cuando estaba todo preparado salvo el atavío de la
Virgen, murió desafortunadamente un familiar cercano del vestidor de
entonces, por lo que este no pudo vestirla y me lo propuso a mí. En
aquel momento sentí una profunda inquietud, me temblaba todo. Jamás
le había puesto un tocado a la Virgen de mis sueños, siempre a mi
devoción particular. En aquel momento la miré, le recé, le pedí
que me ayudara, y empecé a ataviarla. Acabé mi labor tras haber
llorado mucho, muy emocionado. Fue una experiencia muy grande, aunque
a mi parecer era mejorable, pero era la primera vez. Soy de la
opinión de
que siempre se puede mejorar.
Por otra parte, para comentar el
punto más relevante comenzaré diciendo que yo no me considero
vestidor, ya que solo visto a la Virgen de la Sangre y a la Virgen
del Rosario de Aznalcóllar. No sé fijar ese punto de relevancia
exactamente, ya que no atavío a un gran número de imágenes, sólo
trato de hacerlo lo mejor que puedo y ofreciendo mucho cariño y
dedicación, lo que me ha dado muchos frutos satisfactorios. Podría
decir que quizás el más relevante fue el año en el que la Virgen
de la Sangre estrenó el manto y la saya nuevos que fue un gran
momento para la Hermandad, aunque diría que ningún momento ha
superado a esa primera vestimenta que llevé a cabo con la Virgen de
la Sangre. Lo recuerdo con mucha emoción.
-¿Qué importancia
crees que tiene el atavío para una Imagen y para el mundo cofrade en
general?
Yo creo que la vestimenta de una
Imagen es fundamental, ya que el culmen de la misma es como se
presente al culto. Si una Imagen es bonita pero no está bien
ataviada no llega a su máximo esplendor. Pienso que toda Imagen,
como representaciones de María o de Cristo que son, deben de estar
lo más dignas posible, siempre lo mejor vestidas y con los mejores
complementos. Muchas veces se hacen cosas con mucho cariño, pero el
vestidor debe ser consciente de que si no es lo que la Imagen merece
debe de admitirlo, y la Hermandad debe ser responsable de buscar a
otra persona que desempeñe su función en comunión con las
necesidades de cada Imagen. Es lo más humilde y lo más prudente. No
todo vale.
Últimamente está teniendo
mucha repercusión en las redes sociales el tema de las vestimentas,
lo que tiene sus ventajas y sus desventajas, ya que antes no se sabía
nada de cómo se ponían unas u otras y cada una guardaba su sello,
en cambio hoy día, vemos en muchas ocasiones Imágenes vestidas de
igual modo, ya que hay Hermandades que incluso piden vestir a una
imagen igual que a otra, lo que significa una pérdida de identidad.
Evidentemente el vestidor tiene que hacer lo que la Hermandad diga,
pero yo tengo la opinión de que el vestidor debe dar sus consejos,
su opinión, etc. Por suerte, tenemos un panorama con buenos
vestidores e imágenes bien vestidas, sin embargo, como digo, muchas
veces recurrimos a copiar de tal o de cual. Otra cosa es tomar
referencias sin salirse del estilo de cada Imagen, lo que
evidentemente tiene otro color. Me gusta la repercusión del tema en
las redes. No considero este tema una profesión, pero si un arte.
-¿Qué opinión te
merecen las cofradías, sobre todo en los pueblos, que aún siguen
recurriendo a camareras, que en la mayoría de los casos no disponen
de los conocimientos suficientes para desempeñar la responsabilidad
del atavío de las Imágenes?
En algunos pueblos la situación
está muy atrasada. Son pueblos en su mayoría muy retrógrados y muy
perdidos en cuanto a esta serie de aspectos. Gracias a Dios en
pueblos cercanos a las capitales, como es mi caso, la situación ha
progresado favorablemente. Esto enlaza perfectamente con la pregunta
anterior: hay cosas que se hacen con cariño pero no por ello son
válidas, siendo el caso de muchas camareras, no mereciéndolo la
Imagen en cuestión. Estos pueblos indudablemente deberían mirar un
poco más lejos, abrirse un poco más y ver que lo que la Imagen
requiere es otra cosa: hay que ser humildes y saber renunciar a algo
que no se sabe hacer por desconocimiento, y buscar a otra persona que
si pueda desempeñar esta labor adecuadamente.
La figura de la camarera como
ayudante del vestidor y persona que custodia el ajuar de la Virgen es
una figura muy bonita. En Gerena no tenemos, aunque para algunos
trabajos recurro a mujeres con las que tengo confianza. Y digo que no
tenemos en la Hermandad porque consideramos que cualquier mujer
merece ser camarera, porque todas ellas quieren a la Virgen como la
quiero yo o como la quiere cualquiera, es como ofrecer un privilegio
a ciertas personas descartando a otras, y en un caso como este en el
que en el pueblo hay pique con otra Hermandad, y todo gira en torno a
los titulares no es fácil la elección.
-Últimamente vemos en
el panorama cofrade la introducción de figuras de vestidores que
tratan de “innovar” dentro de la forma de presentar al culto a
las Imágenes. ¿Qué opinión te merecen esta serie de innovaciones
que generalmente tienen acogida polémica dentro del mundo cofrade?
Yo en este aspecto me considero
algo cerrado, y me explico. Pienso que ya está todo inventado y que
simplemente hay que hacerlo como se ha venido haciendo hasta ahora.
Debemos mirar la evolución desde las fotos antiguas hasta hoy día,
analizar la evolución y actuar conforme a ello. Se puede innovar en
muchos aspectos, pero no este, ya que lo clásico nunca pasa de moda,
siempre es adecuado y no caemos en experimentos. El tiempo en el que
más imprudencias se cometen con las Imágenes suele ser el luto
propio de la fecha de difuntos. Opino que si se innova con gusto y
conocimiento me parece perfecto, pero innovar por destacar sin que la
Imagen esté favorecida, sino más bien “disfrazada” me parece
horrible. La imagen prevalece por encima de todo, por lo que la
figura del vestidor debe quedar a la sombra, sin que este se sirva de
ella para ningún aspecto.
-¿Qué papel juega en
tu vida la Virgen de la Sangre de Gerena, tanto sentimentalmente,
como en tu especialidad de ataviar?
Para mí la Virgen de la Sangre
es lo más grande que tengo. Es la devoción de mi casa, de mi
familia, la que veo desde pequeño, a la que me han enseñado a amar,
porque querer a la Virgen de la Sangre es lo mejor que te puede
pasar, y como digo siempre, es la mejor herencia que te puede dejar
tu familia. Es una suerte tener la Imagen que tenemos y sobretodo que
sea nuestra Madre. La queremos como a alguien físico, humano. Yo
hablo con Ella, le cuento mis preocupaciones y mis inquietudes, etc.
Siempre digo que, “donde no hay sangre no hay vida”, y nosotros
los cruceros tenemos la suerte de tenerla a Ella, y qué más vida
que Ella, con su cara de niña, en plena juventud. Mi cariño es tal
que cuando era pequeño siempre quise tener una réplica de Ella en
casa hasta que la conseguí.
En definitiva mi pueblo me ha
enseñado a quererla, me ha sido dado por las generaciones pasadas.
La Virgen te invita a quererla. Constituye un papel fundamental para
mí y para mi pueblo de Gerena. Le tengo un amor sin medida.
-Por todos es sabido
que la Virgen de la Sangre de Gerena era presentada en tiempos
pasados con los atributos de Virgen de Gloria. ¿Por qué se pierde?
¿Hay alguna intención de recuperar en la Virgen de la Sangre esta
forma de atavío?
En efecto hay muchas imágenes
de la Virgen ataviada con los atributos de Gloria, ya que
antiguamente era tradición en Gerena procesionar a la Virgen de la
Sangre el 8 de septiembre. La Virgen salía bajo palio con su
conjunto para tal ocasión (a parte del de Semana Santa), con todos
sus atributos que aún hoy día posee. Es cierto que esto no ha
tenido trascendencia a lo largo de los años, aunque septiembre sigue
siendo importante para Gerena. La última salida fue en 2003 de forma
extraordinaria y ataviada al modo de dolorosa. Para estas salidas que
Gerena no ha conservado dada su tradición más centrada en la salida
de Semana Santa, se engalanaban profusamente todas las calles de la
localidad. Hubiera sido bonito mantener esta salida, tal vez no
anualmente pero sí cada ciertos años. Aún así como digo
septiembre sigue siendo un mes muy vivo para la Hermandad de la Vera
Cruz. Algo que no es de mi agrado es la situación que el obispado
nos impone en tanto que las nuevas hermandades pueden festejar sus
aniversarios porque conocen las fechas, sin embargo en nuestro caso
dada la Antigüedad y la ausencia de documentación histórica,
desconocemos muchos datos que en un momento dado podrían ayudarnos a
motivar celebraciones con carácter extraordinario, que actualmente
con la burocracia eclesiástica existente son imposibles si no hay
certezas; aunque es cierto que por otra parte se ha abusado de
salidas extraordinarias. Serían oportunidades para que la gente se
acercara a Gerena a conocer lo que en Semana Santa por otras
prioridades no puede hacerlo determinado sector cofrade.
Últimamente los cultos de
septiembre tienen un carácter muy glorioso: se interpretan
sevillanas, se hace un rosario de vísperas con el simpecado, se
adornan las calles, y la verdad es que aunque no salga la Virgen se
respira un ambiente muy alegre en torno a la Virgen de la Sangre.
-¿Qué
expectativas tienes de futuro como persona encargada del atavío de
Imágenes?
Sencillamente decir que en el
caso de que se me ofertase vestir alguna Imagen más la recibiré
encantado, aunque no es mi intención buscar Imágenes que vestir,
pero lo haría encantado. Seguiré con mi camino, siempre mejorando,
queriendo mucho a la Virgen, y dedicando mucho cariño a cada cambio
que haga.
Queremos agradecerte desde el
Club del Abanico tu amabilidad y tu disposición. Esperemos que esta
entrevista sirva para difundir suficientemente tus valores, de manera
que se contribuya a que las Imágenes se presenten al culto
adecuadamente, como tú lo haces con frecuencia, y que las personas
que desempeñan estos cargos tomen la senda adecuada.
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