Entrevista a la orfebre Belén Hernández

    Diego A. Linde y Juan Cruz Calero. Recientemente se ha presentado en la ciudad de Sevilla una nueva obra de orfebrería que nos ha resultado singular, y muy original. Se trata de la nueva presea que ha estrenado María Santísima de Guadalupe, de la Hermandad de las Aguas, de manos de la orfebre María Belén Hernández, que ha aceptado gustosamente nuestra petición de contestar a unas preguntas que el Club del Abanico quiere compartir con todos sus seguidores:

    Breve descripción autobiográfica. Nos gustaría que nos comentara aspectos relacionados con su formación y experiencia. 
    Empecé mis estudios en este terreno de la orfebrería en la Escuela de Arte de Sevilla, más concretamente en Metalistería Artística, con Jerónimo Seco, de los talleres Seco Velasco, una persona con la que aprendí muchísimo. A continuación realicé un monográfico de esmalte en metales, a la vez de unos cursos de práctica en los talleres Maestrante. Después estuve en Córdoba con Paco Díaz, del taller Roncero e hijos (donde además trabajé), realizando otros cursos de este campo. Posteriormente trabajé con Maestrante, donde ya había estado aprendiendo y también di unos cursos de restauración y mantenimiento de piezas metálicas. Paralelamente trabajé con Marmolejo, aunque ya era autónoma realizando piezas de pequeña hasta que abrí mi taller propio hace seis años aproximadamente.

    ¿De que forma comenzó el proyecto de la Nueva presea para María Santísima de Guadalupe?
    Todo comenzó cuando miembros de la Hermandad de las Aguas tuvieron conocimiento de una corona que había realizado para Nuestra Señora de los Dolores de La Puebla del Río. Esta pieza llamó su atención y establecieron contacto conmigo dándome pautas generales sobre el proyecto de la corona, entre las cuales ya se me estipuló que debía llevar la imagen de la Virgen de Guadalupe de México en un lugar destacado y visible, estableciendo plena libertad en el resto del diseño.


     El diseño de la corona que ha realizado, es sin duda uno de los más originales vistos en el arte cofrade de nuestros tiempos, ¿Qué elementos ha tomado como inspiración para la realización del mismo? ¿Podría explicar de forma minuciosa los detalles que componen el diseño de su obra?
     Teniendo en cuenta lo antes citado y unos trabajos anteriores realizados para un guarnicionero tales como hebillas y otros elementos de cuero adoptando el arte mexicano, llegué a la conclusión de introducir elementos anteriormente trabajados en técnicas plateras mexicanas al tener esta imagen (todo un símbolo del país) un lugar de privilegio en la obra. También introduje elementos florales pertenecientes al propio atavío que presenta el famoso lienzo, así como los rayos del mismo, las estrellas (que contienen pequeñas rosas en alusión a una pieza que ya le había realizado anteriormente). La bola del mundo está sostenida por el indio Juan Diego representado como un querubín. Además quise que la zona inferior, por ser la que directamente recae sobre la cabeza de la Virgen, tuviera mayor riqueza.




      El resultado ha sido, como está a la vista, singular; por lo general ¿Las impresiones del mundo cofrade han sido positivas?
     No he recibido ninguna crítica negativa. Mi intención desde el primer momento fue hacer una pieza singular, fusionando las técnicas plateras mexicanas con la sevillanía cofrade más pura, que llamase la atención por su contenido y simbología pero sin dejar de ser una corona más que no resultara extraña a la vista. Me gustaría puntualizar que me resulta más particular la corona de la Virgen de los Ángeles de la Hermandad de los Negritos.

     ¿Qué ha supuesto personalmente para ti la ejecución de esta obra?
     A partir de la entrega y presentación de la obra noto que la orientación de nuevos encargos es diferente: ahora se me deja más libertad en los diseños y buscan en mí piezas originales, sorprendentes y llamativas. También ha supuesto una grata satisfacción personal ya que me he sentido reconocida dentro del mundo cofrade al recibir un encargo para una Hermandad de la capital, con la consiguiente responsabilidad. Me ha valido para darme más a conocer y aumentar mi trabajo. Fue una experiencia muy bonita e importante. Es una obra que se ha valorado y que ha supuesto un gran reto personal.

    ¿Qué otras obras podrías destacar de tu trabajo para otras hermandades?
    La mayoría de mis obras son encargos para particulares o donaciones de particulares a Hermandades, entre los que destacan:

     Corona de la Virgen de la Estrella de Ayamonte:



     Corona de la Virgen de los Dolores de La Puebla del Río:


     Para esta hermandad de La Puebla también realicé un puñal, cuatro ciriales, pértiga y medallón del pertiguero.


      Para Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de El Bosque (Cádiz) elaboré el ajuar de orfebrería compuesto de coronas para la Virgen y el Niño, orbe, cetro y rostrillo:

       

     También unas potencias para el Cristo del Gran Poder de Villargordo (Jaén).



    Sirva esta entrevista para dar a conocer tu obra y a ti como artista.
    Desde El Club del Abanico queremos darte las gracias por tu amabilidad y disposición.

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