Romería de la Virgen de Luna 2018

     Juan Cruz Calero. Las fiestas mayores de Pozoblanco comenzaban el 3 de febrero, con el Pregón celebrado en la víspera del día de la romería. Ciertamente, el pregón de la Virgen ha sido el mejor que he escuchado desde hace muchos años, ya que, Rafael Sánchez, puso de manifiesto algunas cuestiones de gran importancia. Se puede resumir en la vivencia personal del pregonero cada camino que vive intensamente hasta que la Virgen de Luna hace su entrada en la Parroquia de Santa Catalina. Se detuvo en cada instante, aunque uno de los puntos más interesantes que trató fue la anhelada Coronación de la Imagen. El cabo de retaguardia designado pregonero puso de manifiesto que la Virgen de Luna, debería ser coronada por sus pueblos con una presea de respeto por las tradiciones, por la gente, y sobre todo, reivindicó la mejoría de la relación entre ambas Hermandades para poder ver resueltas algunas cuestiones, entre ellas, compartir la misa del santuario de la Jara. Al evento acudieron, por primera vez, una comisión de la Hermandad de la Virgen de Luna de Villanueva de Córdoba, y curiosamente, otra comisión de la Hermandad de la Virgen de Luna de Escacena del Campo (Huelva) pueblo este que también venera una hermosa talla con tal advocación. Desde aquí también quiero aplaudir de forma especial la intervención musical del pregón, para la que actuaron Los amigos del pueblo, Aliara y coro romero Voces de la Sierra, que mezclaron sus voces para deleitarnos con piezas añejas dedicadas a nuestra Patrona.

     El día de la Romería fue absolutamente mágico, ya que a pesar de las complicadas circunstancias meteorológicas, Pozoblanco asistió un año más a rendir devoción a la Reina de la Jara. El recinto del Santuario, de nuevo, se llenó para celebrar la Eucaristía junto a la Patrona, con el coro romero Voces de la Sierra. Una vez que los relojes marcaban exactamente las tres del mediodía, la Virgen emprendió su camino junto a la comitiva de Hermanos de la Cofradía, que con el ceremonial de siglos pasados llevaron a la Virgen hasta Pozoblanco. Este año, tras recorrer la explanada del Santuario, los amigos de Escacena del Campo, que acompañaron con el Simpecado de su Hermandad, se despidieron de la Virgen “taruga” con el canto de la salve y con unos fervorosos vivas.


     Pese a que durante el camino hubo rachas de cielo despejado y sol, la entrada en Pozoblanco se convierte en histórica, ya que una nevada se hizo presente en forma casi de petalada del cielo para que, de forma triunfal, todos los pozoalbenses se reencontraran de nuevo con su Madre de Luna. Algunos devotos de la Virgen de Luna, entre los que nos encontramos, habíamos preparado una petalada en el Ayuntamiento, para que, tras serle impuesto el bastón de mando, cayeran sobre su templete, aunque, el tiempo no permitió que esta se luciera de forma adecuada. Puedo decir con certeza que este año Pozoblanco ha dado una lección de amor hacia su Patrona, ya que en ningún momento pese al temporal, se separaron de ella.





      El lunes, día de la Virgen, no se hizo su procesión por el recorrido previsto, ya que llovía en aquellos momentos, aunque la Parroquia de Santa Catalina se llenó un año más para que, de forma solemne, se le diera la bienvenida a la Virgen con una Misa que cantó la Coral Marcos Redondo de Pozoblanco, y que ofició el capellán de la Cofradía y párroco. Desde este medio público, El Club del Abanico, quiero dar respaldo a la propuesta que tanto la Hermandad de Villanueva de Córdoba, como el pregonero de la Virgen de Luna, han tenido a bien lanzar, y que consiste en Coronar a la Virgen de Luna, y cumplir el anhelo que tantos años llevan estos pueblos deseando suceda.


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