Entre todos la mataron y ella sola se murió
Gabriel Zapata. En estos días cercanos
al Corpus, observo que no se comenta sobre ello, qué pasa
inadvertido. Leí en algún sitio aquello de entre todos la mataron y
ella sola se murió, en referencia a la fiesta, y tristemente no
puedo estar más de acuerdo. Córdoba no tiene el Corpus que se
merece, mejor dicho si lo tiene, pero una ciudad como Córdoba no se
merece el Corpus que tiene. También hay que comentar como los medios
cofradieros sevillanos han dado noticias de todas las iniciativas que
se han llevado a cabo para recuperar el esplendor de la fiesta, como
alargar un día las vísperas, diversos actos y la ampliación y
mejora del concurso de altares. Aunque ese esplendor perdido, no solo
en Sevilla o Granada sino en muchos lugares como nuestra ciudad, es
en gran medida fruto del ateísmo activo e imperante hoy día, que a
mi modo de ver es el responsable principal de este abandono del gran
día del Corpus.
Toda esta divagación surge a raíz de
una foto que vi el otro día de un altar delante del Ayuntamiento
cordobés con la Candelaria de plata, así que me quiero centrar en
nuestro corpus y en su esplendor perdido, como fiesta grande, como
fiesta importante de la ciudad. Y no el de otras ciudades o en la
pérdida de la fe, o de los valores relacionados que ella que hemos
recibido como sociedad y que perdemos a pasos agigantados.
Generalmente los cofrades, el público
de a pie, siempre le echamos la culpa al Cabildo catedralicio, y
ciertamente tiene parte de razón. El cabildo es el responsable de la
organización (desorganización más bien) de la procesión. Yo
habiendo participado algunos años, debo decir que se le quitan a uno
las ganas de participar. Está fatal organizada, ademas del absurdo
acto copiado del que se realiza en la plaza de Zocodover de Toledo,
que yo eliminaría, ya que lo único que aporta es un parón en la
procesión. Debo decir que el Corpus que yo he conocido, llevo varios
años sin estar presente en la ciudad, se hacia por el centro y no
recluido al escueto entorno de la catedral. Y todo gracias a ceder el
cabildo ante el Ayuntamiento por la vez que el Córdoba ganó la
liga, ojalá hubiera perdido para que no se hubiera estropeado el
Corpus. Así como aquella vez que coincidió con la noche blanca del
flamenco. Todavía recuerdo a alguien decir, eso es costumbre que sea
esa semana, como si se comparara con el Corpus que lleva más de 500
años celebrándose en la ciudad, ceder a todo eso y dejar la
procesión más importante a la altura del betún. Pienso que el
Cabildo debía ceder la organización a las cofradías, que ya que se
toman para llenar actos que en nada le competen, como el pasado acto
diocesano en la plaza de toros, así como de la Adoración Nocturna.
Ya que este acto le toca más de cerca a las hermandades, ¿Por qué
se deja en manos de los seguratas de la catedral que no tienen ni
idea y no en manos de las cofradías?
Por tanto, el Cabildo es uno de los
mayores responsables del decaimiento del Corpus en Córdoba. En
primer lugar, por no imponerse ante el Ayuntamiento y doblegarse a
cada ataque que este plantea. El Cabildo es el responsable de hacer
un Corpus grande. Que el Ayuntamiento se suma y colabora perfecto,
que no, pues capearlo lo mejor posible y no bajarse los pantalones
como con la Noche Blanca o la vez que ganó el Córdoba. Y digo todo
esto en concreto por el itinerario que sigue la procesión, el Corpus
que yo conocí cuando empece a residir en Córdoba llegaba a las
Tendillas, es decir la plaza pública, que de eso trata este día, de
hacer presente lo que se celebra en los templos en la vía publica.
Es cierto que no era el recorrido histórico que llegaba hasta la
calle Feria, pasaba ante el Ayuntamiento donde se montaba un fastuoso
altar, recorrido que a mi modo de ver, se debería recuperar, pero al
menos, si no es posible ese, si el que se tenía hace unos años y no
este que tenemos actualmente.
Otra cuestión que también debería
plantearse el Cabildo, y de la que mucho se ha hablado, en el sentido
que se considera sevillanizar el Corpus, cosa que no creo que sea; es
la de sacar pasitos con las devociones cordobesas: San Rafael, Santos
Patronos Acisclo y Victoria, San Fernando que aunque sea sevillano
tiene una gran relación con Córdoba, alguna imagen mariana como la
Candelaria de plata o la antigua Virgen del Amparo. Y que articularía
la procesión, dejando de ser un desfile anodino de trajes. Aunque el
tema costaleros sea complejo en un día así, por lo que en el paso
de la custodia ni lo plantearía. Otros temas para analizar serian el
de la celebración del triduo y la dimensión que se le da.
Frente al Cabildo, que tiene su parte
de culpa, también hay que decir que no toda. El Ayuntamiento sería
otro gran implicado, pero viendo que su principal objetivo es atacar
a todo lo que suene a católico, no creo que esté por la labor de
implicarse en apoyar esta celebración. Una lástima que queden en el
pasado esas representaciones con el Ayuntamiento bajo mazas, esos
grandiosos altares municipales, pero contra ese ataque constante y
sistemático poco podemos hacer, más que soportarlo con resignación
cristiana, así como no dejarnos amedrentar y no decaer en la
principal celebración pública de nuestra fe. Lo ideal, ya que no lo
ayuda, sería que por lo menos no fuerce su destrucción,
disminuyéndolo, empequeñeciéndolo y dando al traste con una
tradición de al menos cinco siglos, por no querer trasladar la noche
blanca, o imponiendo al equipito aquella vez que ganó la liga.
Tampoco sería descabellada la participación tanto del pleno de la
Diputación, así como de la Universidad. En otros muchos lugares
asisten, ¿por qué aquí no? Además el hecho de la Universidad con
mucho sentido, ya que más allá de la fe, la Iglesia fue quien les
dio cuerpo a estas instituciones, además de tener sentido por el
diálogo con la cultura y el apoyo a la historia y a la cultura que
esta fiesta representa.
Otra parte le corresponde al mundo
cofrade, y no es menor. Por una parte, está el tema de los altares,
los cuales se montan porque existe una dotación económica, pero
también es cierto que no se potencia o se premia lo mismo que en
otros lugares donde existe concurso, y abrirlo no solo a la
hermandades sino a la gente que viva por donde pasa la procesión, o
que aunque no viva se afane en ponerlo, adornar fachadas y balcones,
a los comercios los escaparates, incluso se podría plantear la
realización de un concurso en nuestra ciudad. También los católicos
de a pie, y a todas esas realidades católicas que no se hacen
presentes en esta procesión, tales como Renovación carismática,
Cursillos de cristiandad, Equipos de N S, etc... por citar algunas;
múltiples instituciones que pasan del Corpus olímpicamente, y que
no se hacen presentes ni corporativamente ni individualmente, ya que
siempre se tira de Adoración Nocturna y de Cofradías. Aunque la
Adoración Nocturna, a la que pertenezco, también tiene lo suyo, ya
que recuerdo a un adorador que dijo un día del Corpus, que que
pesadez de altares, no debían de poner tantos que se pierde mucho
tiempo; que parece que nos cuesta acompañar al Señor.
Pero centrándome en las hermandades y
en los cofrades, que le echamos al Cabildo la culpa de todo y nos
quitamos nuestra propia responsabilidad. ¿Qué podemos hacer las
hermandades, teniendo en cuenta que no lo organizamos, pero si
participamos, desde nuestro campo de acción? Teniendo en cuenta que
el Cabildo no haga nada para mejorar, que es lo más probable. Lo
principal sería volcarse en los altares, tanto si dan ayuda como si
no la dan, sino hacerlo por el Stmo, por engrandecer la fiesta. Pero
también, por engrandecer la hermandad de esa manera, y sobre todo si
se es sacramental, que no sea solo llevar cera roja sino que se
demuestre estos días y en estos actos.
Otra cosa que se podría y se debería
hacer, es participar masivamente en la procesión, es cierto que en
Córdoba no hay ninguna hermandad que lleve apenas parejas de cirios,
solo van el que porta el bacalao y poco más y casi forzados por la
representatividad que ostentan, así que no se convertiría en un
anodino desfile de trajes, como se le reprocha a ciertas procesiones
similares. Y contando con que no se participe para no alargar la
procesión en exceso y que no se haga tediosa, que no sea un desfile
de trajes. Pero lo que si se puede hacer a titulo individual es
abarrotar tanto la misa, como las calles, que eso es algo que yo creo
que un escaso porcentaje de los cofrades hacemos.
Esperemos que todos, cada uno desde su
lugar, tomemos conciencia de nuestro papel y de nuestra
responsabilidad, démonos cuenta de que en esta procesión no solo
tenemos en juego una tradición bonita o muy propia, sino que en ella
va nuestro ser como católicos. Ya que esta procesión, no es otra
más, en ella no sale tal o cual cristo, sino que sale el autentico
Cristo, del que todos nuestros titulares son imagen. Ojalá que
mejore la situación y no tengamos que decir “entre todas la
mataron y ella sola se murió” refiriéndonos a la procesión de
las procesiones.
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