Torredonjimeno recibió de gala a su Virgen de Consolación

    Diego A. Linde. El pasado domingo 26 de agosto tuvo lugar el traslado y procesión de la Santísima Virgen de Consolación, Celestial Patrona de mi pueblo, Torredonjimeno. Contra todo pronóstico, y de forma inesperada, nuestras expectativas sobre el transcurso de los acontecimientos a lo largo de este día se vieron más que cumplidas y, diría más, muy superadas. Durante los días previos, intentando dar cada vez más esplendor al recorrido procesional de Nuestra Patrona, estuvimos un grupo de devotos decorando con múltiples pancartas, cadenetas, banderas y otros adornos las calles por las que la Santísima Virgen pasaría en su procesionar. Los resultados fueron más que satisfactorios, unido ello a la alegría que nos embargaba por la venida de la Virgen y el hecho de que el pueblo iba a recibirla como Ella merece. También, de forma paralela, preparamos pétalos, papelillos y aleluyas que serían ofrendados a Nuestra Madre a su paso por el Ayuntamiento.

    La Virgen nos esperaba en su Santuario, ataviada de forma primorosa con el ajuar de gala que estrenara en su Coronación allá en el año 2008, y con esplendor renovado tras la reciente restauración de su sagrada imagen. El domingo fue día de nervios y de últimos preparativos, hasta que por la tarde pusimos marcha a su ermita, de donde saldría el cortejo a las 19:30 de  la tarde. Una vez estuvo la Virgen en la calle, y con el incesante repicar de la campana de su templo, fue situado sobre la carroza que, tirada por bueyes, la desplazaría hasta su pueblo. El breve trayecto desembocó, como es tradicional, en el barrio de San Roque, donde la Virgen tuvo una recibida novedosa, pues la Banda Municipal y el Coro de Santa María se aunaron para interpretarle “Reina de Santa María”, canción que se ha hecho ya todo un sello de nuestras fiestas patronales. La entrada de la Virgen en la calle de su nombre fue multitudinaria, siendo sorprendente la cantidad de público que arrastró en la calle Don Diego, donde una masa de personas se agolpaba en las aceras y en torno a la carreta de la Virgen. En la plaza de la Victoria las andas de la Virgen fueron cogidas por sus anderos para encaminarse por las calles San Antonio y Mesones, ambas profusamente engalanadas, y hacer su entrada triunfal en la Plaza del Ayuntamiento, donde le fue ofrendada a la Virgen la petalada que con ilusión habíamos preparado ante un numerosísimo público devoto y enfervorecido. El recorrido siguió hasta llegar al Convento de las RRMM Dominicas, donde la Virgen entró para visitar a las monjas que la esperaban con gran ilusión. El encanto de la estrecha callejuela de Santo Domingo hizo que las mujeres que en ese momento portaban a la Virgen entonaran su Himno. Así, poco a poco, Nuestra Patrona se iba acercando a la Parroquia de Santa María, que la  cobija durante su estancia en nuestro pueblo, siendo impresionante el monumental aplauso que brotó de los asistentes a su entrada en la misma.

    Sin lugar a dudas, Torredonjimeno demostró una vez más su infinito cariño y amor a la Virgen de Consolación. Su pueblo la esperó, su pueblo la acompañó y su pueblo le ofreció sus amores como lleva haciendo desde siglos. Junto al pueblo tosiriano también se hizo notable la presencia de numerosas personas de fuera de nuestra localidad, que vinieron a conocer a Nuestra Patrona y disfrutar de su procesión. Esperamos que para ellos la experiencia haya sido satisfactoria, nuestro pueblo siempre los acogerá con los brazos abiertos. Es palpable que la devoción a Nuestra Patrona aumenta cada vez más y a nosotros nos llena de orgullo que esto sea así. Desde aquí me gustaría invitar a todos a venir a Torredonjimeno, conocer a Nuestra Patrona y participar de su procesión, cultos y fiestas. Ella os lo recompensará con creces. ¡Viva la Virgen de Consolación!